Descripción
La historia, arranca en 1961 con el envasado de las primeras botellas del Ron Añejo Cacique en La Miel, en el kilómetro 44 de la carretera entre Barquisimeto y Carora, estado Lara, y hoy, cuatro decenios después, ambas empresas tienen una capacidad anual de producción de alcohol de 16 millones de litros, 4 millones de cajas, almacenaje de 450 mil cajas de productos terminados y el despacho de 24 mil cajas por día en un turno de distribución.
Con 27 años en la compañía, Humberto Arispe desempeñó todos los cargos de producción en la empresa, desde ingeniería de proyectos, pasando por puestos en las fases de envasado y destilación, hasta el de la gerencia de producción que hoy ocupa, en el que descubriera y desarrollara un don que tal vez hasta entonces no había considerado: una especial disposición para discernir aromas y sabores en los líquidos hijos de la caña. Es el responsable en buena medida de los últimos productos que la marca Cacique ha lanzado al mercado en el transcurso de una década. Desde el Cacique 500 años, creado en 1992 como una forma de conmemorar el quinto centenario del descubrimiento de América, conocido popularmente como “Cacique etiqueta negra”, hasta el Cacique Antiguo Millenium, puesto en venta el año 2000 en una edición limitada con botellas numeradas con motivo del fin de milenio y en la actualidad considerado el padre de todos los rones, demiurgo de sus aromas y sabores; Su tecnología de punta hace de esta planta, según Arispe, la más moderna de América Latina y los rigurosos controles de calidad empleados en sus procesos han hecho a Licorerías Unidas merecedora, en fecha reciente, de un certificado Platinum 9000, acaso el certificado de calidad más codiciado por cualquier empresa.
El objetivo de cada uno de los lanzamientos de los nuevos productos roneros es claro: la marca Cacique busca destruir el viejo mito del ron como la bebida de las clases de menor poder adquisitivo. Y poco a poco se comienzan a ver los resultados.
“Uno de los retos más grandes ha sido mantener invariable el gusto de cada botella desde hace dos décadas”. Arispe y su equipo de catadores evalúan a diario sus productos. “Es una prueba básicamente subjetiva, por lo que debemos trabajar en equipo. Mientras mayor sea el equipo, mayor será la objetividad de la prueba”. Añade que esta prueba es de una delicadeza tal que, para que sea cien por ciento efectiva, los maestros roneros no deben usar perfumes ni fumar antes de las pruebas, y mucho menos beber licor el día anterior.
El proceso de elaboración del ron empieza con la melaza, “un producto generado en la rectificación del azúcar. Contiene entre un 50 y un 55 por ciento de azúcar”. Como toda bebida alcohólica, el primer paso es la fermentación, proceso biológico por medio del cual una levadura metaboliza el azúcar y lo transforma en alcohol. “De allí obtenemos entre un 7 y un 9 por ciento de alcohol”. Una vez fermentada la melaza se pasa a la fase de destilación. En Licorerías Unidas se usan tres métodos, el de destilación discontinua, del que se obtienen rones pesados; el de destilación continua, del que se obtiene alcohol de alta pureza; y un tercer método que combina los dos anteriores. “Nosotros obtenemos siete tipos de ron que, una vez envejecidos en siete tipos de barriles distintos, producen 35 rones de diferentes aromas y sabores”, saca cuentas Arispe. Cabe destacar aquí que todos los productos de Cacique son en realidad una mezcla de rones distintos en varias proporciones. La fase de añejamiento, anterior a la de la mezcla, se realiza en barricas de roble blanco. De acuerdo al tiempo de envejecimiento surgirán otros tantos tipos de ron, que después habrán de ser mezclados para obtener los productos finales, “porque a medida que envejece, se va haciendo diferente el producto. El mismo barril, de un año a otro, sabe de otra forma. Luego, en la fase de mezcla, es fundamental el trabajo de nuestros maestros blendeadores”.
